Éste libro retrata lo aleatorio, impredecible y fugaz de los pensamientos del artista y su obra. Los viajes por dónde se desvía su mente mientras pinta y esos lugares que una vez pintados lo invitan a divagar. Descubriremos ideas e historias que adornan su arte, llenas de metáforas e inconsistencias por lo que es fundamental darse el permiso de leer entre líneas. Porque quizás no parezca, pero en este libro, Diego Eguinlian, siempre está hablando de acuarela.
Estas páginas son un resumen de cinco años en los cuales encontré el punto exacto en el que la acuarela se fusiona directamente con la vida. Años que dejaron en mí, enseñanzas muy profundas, momentos mágicos e inolvidables y millones de preguntas por responder. Aprendí también que las técnicas no sirven de nada si no se usan con inteligencia y que el estilo no se aprende, se descubre. Ese descubrimiento se logra partiendo de las experiencias del artista y de todas las decisiones que tome al crear. Y es un proceso individual, personal y propio, pero responsabilizamos tanto a lo técnico, que desperdiciamos años buscando afuera lo que siempre tuvimos dentro.
He notado también, que hay palabras y conceptos que se repiten durante todo el libro. Recurrencia que expone mis aciertos y mis errores, además, muestra que todo en la vida sucede en simultáneo, al igual que en mi papel. Entonces, la única opción que tengo es fluir, aunque también signifique chocarme con las rocas y cambiar el recorrido. Pero ya no temo perderme, porque el agua deja huellas, esas que si estoy atento descubriré y me guiarán con sabiduría.
