La protagonista de esta novela va y viene entre dos nombres —Dorada y Ámbar, Ámbar y Dorada—, en una búsqueda profunda de identidad. Una búsqueda sobre cómo decirse cuando la línea de sangre se ha quebrado. Toda genealogía familiar esconde secretos. La aventura aquí es recobrar el apellido para ganarse el nombre, a través de símbolos que se iluminan y se ensombrecen como un juego de espejos. En ese laberinto, donde el hilo de Ariadna también va y viene, se encienden la inocencia, las construcciones idealizadas, la culpa vacilante, la imposibilidad de decir: lo que no puede ser nombrado no existe.
“Cuando la vida es injusta, y el dolor lastima tanto, se vuelve necesario encontrar a un culpable. Lucia Fattore, en esta novela, no hace mas que buscarlo con sutileza y originalidad.”
Agustina Caride - Premio Clarín Novela 2021
